Foto: de fuentes abiertas
Las albóndigas fritas con queso son un ejemplo de cómo los platos favoritos de la infancia pueden sonar de una forma nueva
Las albóndigas son un plato que para muchos ucranianos se asocia con el calor del hogar de sus padres, la cocina de la abuela y las relajadas cenas familiares. Pero las clásicas albóndigas hervidas son sólo el principio de la inspiración culinaria. Albóndigas fritas con queso: una nueva visión de un plato tradicional que puede sorprender incluso al gourmet más exigente.
Esta original receta, que ha ganado popularidad en las redes sociales, en particular en la página mil_alexx_pp, ofrece una nueva forma de servir: albóndigas con una corteza crujiente, en una cremosa salsa de queso con notas de hierbas y salsa de soja. Todo un hallazgo gastronómico para el almuerzo, el desayuno o la cena después de un día ajetreado.
Receta
Ingredientes
Para la base:
- Albóndigas 600 g
- Mantequilla 50 g
- Para la salsa
- Nata agria 100 g
- Requesón duro 70 g
- Salsa de soja 40 ml
- Agua 40 ml
- Eneldo y perejil
- Sal
- Pimienta
Cocinar
- Derretir la mantequilla en una sartén grande. Añadir las albóndigas congeladas (no es necesario descongelarlas) y, removiendo constantemente, freír a fuego medio hasta que se doren. Tardarán unos 10-12 minutos.
- Añade la nata agria a las albóndigas, vierte el agua y la salsa de soja, sal y pimienta. Mézclelo todo bien.
- Cúbrelo con una tapa y guísalo a fuego lento durante otros 10 minutos hasta que las bolas de masa estén blandas y empapadas en la salsa.
- Espolvorea el plato con queso rallado y hierbas picadas. Vuelve a tapar y deja al fuego otros 2-3 minutos para que se derrita el queso.
- Servir caliente.
Consejos:
- Si desea un sabor más intenso, utilice una mezcla de varios tipos de queso.
- Para una opción vegetariana, elige albóndigas con interior vegetal.
- Para que queden más crujientes, fríelas en una mezcla de mantequilla y aceite de oliva.
Albóndigas fritas con queso: este es un ejemplo de cómo los platos favoritos de la infancia pueden sonar de una forma nueva. Un plato así no sólo es abundante y sabroso, sino que también puede proporcionar un verdadero placer culinario sin demasiado esfuerzo. Es ideal tanto para una cena en casa como para la mesa de invitados inesperados.
Observaciones:
