Foto: de fuentes públicas
Una limpieza constante garantiza que la limpieza de la habitación dure más tiempo y se minimice el riesgo de propagación de gérmenes.
Un hogar perfectamente limpio es posible incluso sin un limpiador profesional. La clave está en saber por dónde empezar a limpiar. Conozca los secretos de los expertos hoteleros.
La camarera de pisos Lisa Williams aconseja limpiar primero las superficies que más se tocan con las manos: picaportes, interruptores, grifos y barandillas. Estas zonas son los principales viveros de bacterias, e ignorarlas propaga los gérmenes por toda la habitación. Express escribe que.
«Lo más importante es limpiar primero las superficies vigiladas e higienizarlas», señala Lisa.
Esta limpieza constante garantiza que la limpieza de la habitación dure más tiempo y se minimice el riesgo de propagar gérmenes.
Una vez tratadas las «zonas calientes», pasa a las superficies de menor contacto:
- Espejos y superficies de cristal
- Alféizares y repisas de ventana
- Apliques de luz y elementos decorativos
Por último, se debe aspirar o fregar el suelo. Este procedimiento evita la recontaminación de zonas ya limpias y maximiza la eficacia.
Toques finales para un «efecto hotel»
Para crear una sensación de confort hotelero:
- Reorganiza los objetos tal y como esperarías verlos como huésped.
- Añade un nuevo aromatizante para conseguir un olor agradable.
- Comprueba los detalles que suelen pasar desapercibidos, como un espejo polvoriento o un cojín torcido.
Observaciones:
