Foto: de fuentes abiertas
La primera regla de la filosofía hügge es evitar la multitarea en favor de un proceso lento
Noviembre se considera tradicionalmente el mes más sombrío: el sol desaparece y el romanticismo otoñal es sustituido por un gris persistente. Si buscas un modo de encontrar la felicidad en casa y vencer el abatimiento estacional, recurre a la hügge-filosofía danesa. RBC-Ucrania te cuenta cómo esta popular tendencia puede convertir tu noviembre en el periodo más cálido del año.
Desaceleración consciente
La primera regla de la filosofía hügge es abandonar la multitarea en favor de un proceso lento. Preparar una bebida caliente no debe llevar dos minutos, sino convertirse en un ritual. Prepara cacao o té de hierbas con una taza bonita y tu platillo favorito. Esto ayudará a tu psique a entrar en modo «encontrar la felicidad en casa».
Esta desaceleración consciente alivia la ansiedad. Date un respiro y simplemente disfruta del calor de la taza en tus manos mientras ves llover.
La magia de la luz
Los daneses saben que la luz intensa en los techos mata el confort. Utiliza lámparas con una cálida luz amarilla, lámparas de pie y velas. Las velas son la pieza central del hügge. Simbolizan calidez, seguridad y unión. Crea varias zonas de luz suave en el salón y el dormitorio.
Varias fuentes de luz colocadas a distintos niveles ayudarán a calentar visualmente el espacio y a crear una atmósfera íntima y relajante. Esto es fundamental cuando las horas de luz son tan cortas en noviembre.
Armonía sensorial
Hügge no es sólo lo que se ve, sino también lo que se siente. Rodéate de cosas agradables al tacto: calcetines de lana, cuadros de punto voluminosos, cojines mullidos. Introduce aromas «otoñales»: canela, clavo, sándalo, esencias de pino. Encontrarás todo lo que necesitas para crear esa armonía -desde plaids hasta velas perfumadas- en la categoría Artículos para el hogar de Rozetka.
Se trata de una terapia sensorial que ayuda a combatir el trastorno afectivo estacional. Tu cuerpo responde al calor y la suavidad, ayudándote a encontrar la felicidad en casa sin necesidad de estímulos externos.
El lugar perfecto para la soledad
Cada hogar donde reina la filosofía Hügge tiene su propio «capullo»: un lugar pequeño y acogedor diseñado exclusivamente para relajarse, leer y cosas por el estilo. Puede ser un sillón junto a la ventana, repleto de cojines, o un rincón en el sofá con una estantería para libros.
Tómate tu tiempo para acondicionar este espacio. Debe ser tu fortaleza, donde puedas esconderte del ruido y el estrés del mundo exterior, sobre todo cuando espiar las hojas te dé ganas de esconderte. Este es un consejo práctico para aumentar el confort psicológico.
Calidad, no cantidad
Hügge no consiste en hacer dieta, sino en disfrutar de la comida. Pueden ser rollos de canela caseros, una sopa espesa y caliente o tu bebida favorita. La condición principal es disfrutarla despacio y sin sentimiento de culpa.
Esta parte de la filosofía Hügge nos recuerda que cuidarnos a través de placeres sencillos es la mejor manera de encontrar la felicidad en casa. Es un ritual que favorece la relajación.
Compartir momentos con los seres queridos
Pasa tiempo con la familia o los amigos: cocinad juntos, jugad a juegos de mesa o simplemente charlad. Estos momentos refuerzan los vínculos afectivos y aportan alegría.
Música para el alma
Las melodías que te gustan pueden mejorar mucho tu estado de ánimo. Crea una lista de reproducción con tus canciones favoritas o busca selecciones temáticas para tu estado de ánimo otoñal. La música puede ayudarte a relajarte y ponerte de buen humor.
Recuerda que hügge no es sólo decoración, sino sobre todo actitud ante la vida. Al crear un ambiente acogedor en tu casa, también estás creando espacio para la paz interior y la felicidad. Un rosetón puede resultarte útil si buscas nuevos elementos para crear un ambiente acogedor u organizar tu espacio. Y que todas las noches de noviembre te traigan alegría y armonía.
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